Este fin de semana mucha gente aprovechará para hacer el famoso cambio de armario de ropa de verano a ropa de otoño/invierno y yo lo que veo es que cada vez más la ropa no tiene estación o somos nosotros los que nos empeñamos en utilizarla independientemente del tiempo que haga.
Pongo ejemplos, me he hartado de ver a gente con botas de cuero en verano, entiendo que en el norte haya días que está hasta para ir con abrigo, pero en el resto de España no y en la costa mediterránea menos. Después vemos las colecciones de otoño de las marcas más habituales y vemos shorts finísimos, vestidos casi playeros y sandalias. Y sí, las que se ponen botas en agosto, son las mismas que llevan sandalias con medias en enero o minifalda sin medias. Y es que no sé si soy yo que mi termostato corporal es diferente, pero yo no puedo, porque o paso calor o paso frío, a cada temporada sus prendas y no como Paula Echevarría en Madrid en verano con ese calzado.
Las razones de esto se me ocurren varias: querer aprovechar la ropa al máximo y ponerla todo el año, que mucha gente no pisa la calle, es decir te subes al coche en casa te bajas, llegas a la oficina y no has estado en la calle ni cinco minutos, el tiempo que haga te da igual y en verano en la oficina te vas a helar y en invierno puedes ir en tirantes, o que los gurús de marketing de las marcas de moda quieren vendernos de todo todo el tiempo, como Zara en su look book de octubre con esas sandalias.
Y ante todo este lío de sandalias en invierno y botas en verano yo revindico volver a lo de antes, la ropa de invierno es la de invierno y la de verano, pues verano. Por varias razones: nuestro cuerpo lo agradecerá con menos resfriados, nos cansaremos menos de la ropa, cada cambio de temporada te alegrará poder volver a ponerte ese vestido que tanto te gusta y además la ropa durará más.
¿Respetáis el clima a la hora de vestiros u os da igual?