Más vale tarde que nunca, llevo desde mayo sin actualizar, estos meses han sido un poco ajetreados y después llegaron las vacaciones, agosto y ya otro año más, la vuelta al cole.
Esta entrada de regreso poco tiene que ver con moda y es mucho más personal. En julio me casé, las últimas semanas fueron un ajetreo constante, pero mereció la pena. La boda fue genial, hizo un tiempo espléndido (aunque fuese julio en Gijón el tiempo nunca está asegurado) y disfrutamos mucho de ese día.
El candy bar fue un regalo de nuestra amiga Bea, que hace auténticas maravillas en galletas y cupcakes, ¡Hasta galletas personalizadas con nuestras fotos de pequeños!
Y después de la boda, llegó la luna de miel en Tailandia, un viaje que recomiendo a todo el mundo: Bangkok, Chiang Rai, Chiang Mai y Koh Samui. Lo mejor para descansar después de unos días muy intensos.
Como veis ha sido un verano movidito, con cambio de estado civil incluido y además acabo de entrar en la treintena. Empiezo el nuevo curso (porque soy de las que piensa que a efectos prácticos el año empieza en septiembre y no enero) con mucha energía y con muchas ganas de escribir aquí y que este blog crezca, al fin y al cabo este fue uno de los primero regalos de boda. ¡Hasta pronto!